La inmensidad del océano me hace sentir insignificante. Parada en la orilla veo como las olas rompen en la playa, siento el viento incesante y oigo el romper de las olas, que no se detienen y son imparables. Estando en esta orilla viendo hacia el horizonte, me pregunto ¿Qué rumbo he de tomar? ¿Qué he de hacer con mi vida? Veo el sol que provee de luz y calor, pues esa es su función. ¿Cuál es mi función en la cadena de la vida? ¿Qué de importante he de hacer para dejar mi huella, una huella importante que no sea borrada, como la escritura en la arena cuando sopla el viento? Estos son sólo pensamientos y cuestionamientos de una mortal que los escribe en su celular, antes que se vayan lejos como el viento, el cual que no tiene ataduras que lo limiten. “Sé libre como el viento”, dice la gente aventurera. ¿Será qué en realidad tenemos que ser así? ¿Dejar de pensar y dejarnos llevar pos nuestros impulsos y pasiones? ¿Es esa la verdadera naturaleza del ser humano? Parada aquí en la orilla he apagado mi cerebro y me he olvidado de mis problemas, mis tribulaciones y penares. Me he olvidado de mi música, de mis audífonos, de mi computadora, del televisor, fui libre por un instante. En este celular escribo todo antes que lo olvide. Me olvidé del tic toc de las manecillas. No llevo un diario de papel, en mi celular, en su block de notas apunto todo lo que siento, lo que veo, lo que me inspiras. En esta orilla he respirado un aire que me refresca el alma y alimenta mi espíritu. En esta orilla veo que todo es más grande y hermoso. En esta orilla he visto gente jugar con el mar, los he visto saltar, los he visto reír, son felices. ¡Qué diminuta me siento! ¡No me quiero ir! ¡Quiero estar por más tiempo! En esta orilla mi corazón descansó por un breve momento y fui feliz. Pero ya es hora de marcharme, sé que volveré y mi espíritu descansará una vez más. Adiós orilla. Te llevo conmigo en lo más profundo de mí ser. Adiós orilla, otro día volveré y seré tuya una vez más. Me harán falta tu viento, tus olas y sonido de tus olas al romper en ti. Adiós orilla. Otro día volveré.
Que Interesante!! me gusta el mensaje!!
ResponderEliminarEsta muy intersante tu pensamiento escrito, mira como es nuestreo Padre celestial ya nos regalo un terrenito a la orilla de la playa donde algun dia construiremos una cabaña; precioso ¡verdad! que bueno es nuestro Dios,entonces no solamente iras un rato, un dia,´podras quedarte muchos dias, te deseo exitos.
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