Sé que hace días
que no escribo nada nuevo por aquí. Así que aquí les va la actualización.
He vuelto al tratamiento
psiquiátrico. Y ya no quiero irme (si sabes a qué me refiero). En diciembre
conocí nueva gente. Me he puesto la meta de conocer más gente, de salir más, de
probar nueva comidas y bebidas. De disfrutar más la vida. De vivir mi vida. Sólo
tengo una y más vale que cuente.
Esta gente que
conocí está llena de vitalidad, positivismo y mucho carisma. Espero poder
desarrollar una nueva (y duradera) amistad con ellos. Paradójicamente los
conocí yendo a mis citas psiquiátricas.
Con respecto a
conseguir trabajo siguen los mismos requisitos y así no quepo en ninguna
empresa, creo que mi destino es la docencia. Siempre quise dar clases, pero mi
sueño era convertirme en pedagoga allá como a mis 40 años después de haber
adquirido experiencia en alguna rama de la ingeniería industrial.
Tampoco estaba
en mis planes que se me desarrollara la fibromialgia y que me limitara en muchas
cosas. Así como nunca imaginé que al graduarme no tendría empleo, siendo ya una
profesional universitaria. En la universidad me hicieron un buen lavado de
cerebro al hacerme creer que sería la “última gota de agua en el desierto”,
pero no lo soy. Definitivamente no lo soy.
He aprendido
cosas en el camino, muchas cosas. Pero en Honduras es complicado obtener
trabajo como novata. No quisiera hacer esta entrada como una queja al sistema
hondureño. Realmente quiero que llegue el día en el que sea independiente y
pueda disfrutar más mi tiempo. Salir a comer y pagar yo la cuenta. Invitar y no
quedarme corta en el “balance de la chequera”.
Espero en Dios
que esta situación cambie pronto y Él me ponga en un lugar dónde pueda
desarrollarme y también pueda aportar en la resolución de problemas. ¡Dios
apúrate!
XOXO
Warrior Princess