Ese desbalance ha hecho que muchos de nuestros hermanos se muden a otras partes, ya sea por medios legales (una beca para estudios o con visa “para la yucsa”) o ilegales (claramente es pasar la frontera con un coyote).
Y yo me preguntó que me corresponde a mí. Veo y siento que en este país hay mucho por hacer todavía y la cosa es que no sé qué hacer con mi vida y como trabajar en pro de mi país cinco estrellas.
Sé que hay muchos emprendedores aquí y que les va muy bien. ¿Será qué lo mismo me toca a mí? ¿Si no encuentras un trabajo lo creas?
Todos me dicen que tengo muchas habilidades, pero ya con cinco años como desempleada, no recuerdo qué es lo que tengo “de bueno”. Aplico a todas las vacantes que encuentro, he ido a pocas entrevistas, con RRHH quedo bien parada, y ya cuando toca la entrevista con el “jefe” pues no lo impresiono tanto, porque claramente no tengo experiencia en el área. Pero sin ánimos de sonar a que me autocompadezco, piden “recién graduado con dos años de expericiencia en X área” y eso es relativamente imposible. Entonces, ¿qué ondas con los empleadores hondureños? ¿Cómo piden esos perfiles?
Desde la app por la que veo las ofertas en una bolsa virtual de empleo, hay un historial para ver las vacantes a las que se ha aplicado y también se puede ver el resumen de adecuación al perfil buscado. Generalmente estoy entre el 40 ó 60 % de adecuación, ¿qué es lo que me impide llegar al 80, 90 y 100 %? Pues a veces el sueldo, yo pido L. 15,000.00 y las ofertas pagan de 13,000 para abajo; a veces la residencia, vivo en la capital y aplico a ciudades del litoral atlántico o del sur; a veces los años de experiencia, yo no poseo ni un año mínimo y piden de 1 a 2 ó 1 a 3.
Como dato alarmante les he de mencionar que en una vacante para asistente de gerencia vi que habíamos postulado 541 personas. ¡Está perro el desempleo y la necesidad de encontrar trabajo!
Mucha gente me dice que no me puedo quejar de la vida, mis padres todavía me apoyan (me mantienen -_-‘), que me la paso en casa 24/7, que tengo muchas comodidades. Pero eso realmente no me llena. No ser capaz de ir al cine, a comer, comprarme lo que quiera, pega profundo en el autoestima. Mi casa se asemeja a los antiguos claustros; a mí en lo personal me deprime no poder salir y hacer algo con lo que me pueda sentir útil.
El dinero no es la felicidad, pero las compras hechas sí. Y no se trata de dejarse llevar por el consumismo desmedido, sino que el hecho de ganarte tus pesitos y comprarte cosas que necesitas: comida (las frutas y verduras que te gustan), artículos personales, cosméticos (para mí que soy una apasionada son imprescindibles) y una que otra banalidad, te hacen sentir bien, porque para eso trabajaste, para obtener una remuneración económica y así existir y ser autosuficiente y autónomo.
La misma biblia lo dice: “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste formado”. Adaptándolo a la era moderna se entiende como “trabajarás arduamente hasta la edad de jubilación y te ganarás tu salario”.
Pero con la crisis nacional, muchas empresas se aprovechan y les quitan todos los derechos de ley que les corresponden a sus empleados. La jubilación digna no la tienen muchos. Pero no es necesario llegar a los 58 años para ver gente que no tiene derecho al aguinaldo y al décimo cuarto. Esto será tema de otro día, no lo ampliaré aquí.
Regresando a lo del con el sudor de tu frente… ¿Es mucho pedir por una oportunidad? ¿Es mucho pedir que una empresa desee capacitarme y me convierta en una experta en el área? Los conocimientos de la universidad son vastos, no los manejo todos y algunos ya los olvidé.
Leí por ahí que “una empresa que no capacita a su personal es como una persona que detiene el reloj para ahorrar algo de tiempo”. Aquí en nuestro país sufrimos de una moda, la de que el dueño (o junta directiva, si existe) de la empresa ve las capacitaciones y desarrollo profesional (y personal) de sus empleados como gastos y más gastos. Realmente no son visionarios y no proveen las condiciones para que sus empleados crezcan dentro de las empresas y así estos rindan más y se sientan parte de la organización para seguir poniendo empeño en conseguir las metas de la misma.
Aunque como están las cosas en Honduras, muchos deciden quedarse en el mismo puesto de hace veinte años por temor a no encontrar otro y es que hay otra moda, la de no contratar a nadie mayor de 35 años. Pero si buscan gente con experiencia, capaz y con estudios varios, ¿no es normal que todo ese paquete venga con varios años encima? ¿Es que un gerente de país con 10 años de experiencia no tiene como mínimo 35 años de edad?
Porque si me guío por esa moda
¿Será conveniente para mí un cambio de carrera, regresar a las aulas e invertir de 4½ a 6 años de estudio y cursar otro pregrado? ¿O mejor una maestría que de base para la misma no tengo experiencia en el área?
Me gusta el área de la enseñanza, pero para impartir cátedra a nivel superior, no cuento con posgrado alguno. No me gusta a nivel de media, realmente no soporto los adolescente de hoy en día. Y para nivel básico no cuento con el título correspondiente, porque atender niños no es lo mismo que adolescente y adultos. [Ya impartí cátedra universitaria con la clase de inglés, pero en esa universidad son realmente impuntuales con el pago. Me tuve que retirar y sigo sin ver el fruto del sudor de mi frente.]
Esto es todo lo que sentía que debía escribir y así desahogar el alma.