jueves, 3 de mayo de 2012

Deseo Creer

“¡Hola! ¿Cómo estás?”
Así la plática empezó…
“Bien”, le contesté.
“¿Y tú?”, le pregunté.
La conversación siguió…
Hablamos poco, pues yo de ánimos no estaba.
Me fui.
Traté de disimular, de no enseñar lo que en mi interior sentía.

Durante todo el tiempo que charlamos,
Por dentro en mi yacía,
Una melancolía por un pasado que nunca tuve.
Soñando con haber creído más en "fantasías" cuando era niña.
Culpo a mis padres, por nunca “inculcarme el creer” en figuras míticas propias de cuentos de niños.

Ahora tengo un serio problema de incredulidad.
No creo, no creo.
Simplemente
No creo
En lo que no se ve,
En lo que no se puede demostrar,
En lo que no puedo palpar,
En lo que no puedo yo misma comprobar.

Quisiera recordar a esos seres que a otros niños hacen delirar.
Recordarlos con gran felicidad,
Sonreír al verlos y
Transportarme a mis días de infante...
Porque de seguro fue una muy linda época.
La cual, yo no tengo.
Pero, realmente lo deseo.
Yo deseo creer.
Creer, creer con ingenuidad.
Creer que es posible todavía.

Quisiera tener en mi mente
Buenos momentos. Más momentos felices. Más magia.
Pero no, no es así.
No soy así.
Y ahora en mi adultez no sé qué hacer.
No creo, como ya te dije, simplemente no creo.

Y lloro desde el fondo de mi corazón,
Porque realmente deseo creer
Que si existen.
Deseo creer,
Deseo creer,
Deseo creer.
Realmente lo deseo con todo mí ser.

Dragones atemorizantes, escupidores de fuego.
Llamas inmortales que no se apagan nunca.
Hadas diminutas con voces agudas,
Que tienen un polvo mágico que hace volar con sólo imaginarlo.
Duendes traviesos que habitan en los bosques más tupidos,
Esperando por niños que quieran ir a jugar con ellos toda una tarde.
‘Snowmen’ esculpidos por manos ingenuas,
Que vienen a la vida a la media noche y juegan con su creador hasta la salida del sol.
Caballeros galantes con armaduras blancas, agiles con la espada
Y siempre en compañía de sus corceles fieros y veloces.
Damiselas valientes de largas cabelleras,
Más hermosas que la ninfas y tan poderosas como diosas.

Mientras vivan en los cuentos,
Existirán para todos.
Es tiempo de que me vaya a una librería a comprarlo todos,
Tal vez así, pueda soñar y dejar de llorar.
Porque realmente deseo creer.






Les dejo la canción que inspiró este 'dircurso':



The song 'Walking In The Air' from the animated short 'The Snowman' by Raymond Briggs. It was written by Howard Blake and in this recording sung by Peter Auty.

jueves, 5 de enero de 2012

¡Qué Barbaridad!

¡Qué barbaridad! Casi 24 y desempleada todavía. Me gradué de la universidad cuando aún tenía 22, a dos meses y medio de cumplir los 23. Llevo un año y varios meses desperdiciados. Creo que he jugado mal mis cartas. Creo que me han robado el alfil, la torre y al caballo. Me quedé sin trucos, ni movimientos. Creo que soy mala estratega [y planificación fue lo que me enseñaron en la u, no sólo eso, sino a tener un plan de contingencia del plan de contingencia]. ¿Habrá un manual para tontos en esta clase de asuntos? Si es así, avísenme dónde puedo comprar dos copias [es posible que lo necesite leerlo dos veces].

Cada día que pasa me siento más tonta, y eso que leo bastantes notas culturales, históricas, artísticas y de curiosidades. Aprendo cosas nuevas cada día, aún así  me siento estancada. No avanzo, ni retrocedo. Simplemente estática. Esta vida ya me aburrió. Ya no la quiero. Debe cambiar pero no sé cómo. ¿Quién tendrá las respuestas a mis interrogantes? ¿Yacen todas adentro de mí, como decía Sócrates? Ya no quiero más meditación profunda. Ya no quiero más retroinspección. ¡Eureka! ¡Lo tengo! ¡42 es la respuesta!

Hakuna matata, una forma de ser
Hakuna matata, nada q temer
Sin preocuparse es como hay q vivir
Al vivir así, yo aquí parendí
Hakuna matata

Ya me volví loca… esperen, yo nunca he estado cuerda, sino me hubieran usado para sujetar zapatillas y calzado deportivo también. Cuando una persona es tan cerebral como yo…

Debo concentrarme en el 42. Ya no hay más que decir, de aquí en adelante, bueno, en realidad, desde unas cuantas líneas atrás… I need a job. Mi salud mental está en riesgo. Tanto así que hablo sola [y me dije que no les dijera que me dio un ataque de risa al escribir aquellos ‘disparates’ «Hakuna Matata»]. Pero insisto yo nunca he sido cuerda, sino estuviera sujetando zapatos.

Me voy. Sigan con su vida. Yo veré dónde consigo una, ya sea comprada, alquilada, permutada o pirateada. Se cuidan.

Hakuna matata, una forma de ser
Hakuna matata, nada q temer
Sin preocuparse es como hay q vivir
Al vivir así, yo aquí parendí
Hakuna matata